El lago Powell, el segundo embalse artificial más grande de Estados Unidos, enfrenta una crisis sin precedentes. Su nivel de agua ha disminuido drásticamente debido a condiciones de sequía continuas, y su capacidad total de almacenamiento de agua también está disminuyendo. Esta situación destaca los desafíos ambientales y los problemas de gestión del agua que enfrenta la cuenca del río Colorado.